EUROPA
PRESS
26 octubre
2021
Breve
guía para manejarnos en esta nueva etapa de semi-normalidad:
¿debemos guardar cuarentena si estamos vacunados?
¿Cuándo estará realmente controlada la
pandemia? Los expertos han definido que por debajo de una incidencia de 25
casos por 100.000 habitantes en 14 días estaríamos en 'nueva normalidad', y
podría decirse que hemos superado la pandemia.
"Se trata de valores que también se usan a nivel
europeo, y se considera que son estándares lo suficientemente bajos como para
poder controlar la enfermedad y su transmisión. Actualmente, aún nos falta para
llegar y hay que estar atentos, ya se ha ralentizado el descenso",
advierte en una entrevista con Infosalus la
presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), Elena Vanessa
Martínez.
Y es que con el fin de prácticamente casi todas las
restricciones en España, en este escenario de 'semi-normalidad'
estamos viendo un ligero repunte en los contagios de COVID-19.
Estamos recuperando poco a poco la vida que teníamos antes
de la pandemia, y en un entorno en el que prácticamente todos estamos
vacunados, pero siguen dándose contagios, y muchas veces no sabemos cómo actuar
ante determinadas situaciones y con el fin de las
restricciones.
De hecho, son numerosas las personas que ya no emplean la
mascarilla al considerar, por ejemplo, que al encontrarse al aire libre no es necesaria. ¿En qué casos sí debemos emplearlas? ¿Y cómo
hacerlo? ¿Qué pasa si estoy en contacto con un positivo de COVID-19? ¿Y mi hijo
pequeño que no está vacunado? A todas estas preguntas responde a continuación
esta especialista en Medicina Preventiva.
"La mascarilla debe usarse principalmente en sitios
cerrados; si bien al aire libre es recomendable usarla si no se mantienen las
distancias, o no llevarla supone una manipulación excesiva de la misma. La
manipulación de la mascarilla provoca que pueda dejar de tener la capacidad de
filtrar adecuadamente, y por tanto, no proteger adecuadamente cuando lo
necesitemos", advierte la doctora Martínez.
Otras medidas de precaución que debemos mantener en esta
nueva etapa de 'semi-normalidad', según enumera, son
la distancia física en momentos de ocio, aunque sean al aire libre, ya que es
un momento en el que el uso de mascarilla se disminuye debido a que se come y se
bebe, y el riesgo de contagio aumenta. "Las medidas deben adaptarse a la
situación de cada territorio, no siempre es fácil definir generalidades para
situaciones dispares", considera.
Qué sucede con las cuarentenas
¿Qué sucede ahora mismo con las cuarentenas?, ¿quiénes deben
guardar la cuarentena si estamos los mayores de 12 años vacunados? ¿Qué sucede
si he tenido contacto estrecho con un vacunado y yo estoy vacunado?
La presidenta de la SEE indica que, actualmente, no hace
falta de hacer cuarentena si se está vacunado, salvo que esté asociado a algún
brote de una variante de interés o los afectados sean inmunodeprimidos.
Dice que también habrá que revisar si tienen contacto diario
con personas vulnerables, por ejemplo, y considerar cambios en los puestos de
trabajo en esos días en los que debería darse la cuarentena a modo de
prevención, para evitar el contagio a personas que puedan padecer la enfermedad
grave.
"Aún sin necesidad de guardar cuarentena, sí es
recomendable realizarse una prueba al conocer el contacto y a los 7-10 días,
para evitar que se nos escapen los pocos casos que puedan aparecer",
remarca la experta.
Los no vacunados
En el caso de los no vacunados (los menores de 12 años
incluidos), la doctora Martínez señala que si se ha tenido un contacto estrecho
con un caso infectivo se deberá realizar la cuarentena de 10 días. "Otra
cosa es que es necesario valorar a quién se considera contacto estrecho, y ahí
es muy importante valorar el tipo y la duración del contacto, o si el contacto
ha sido con mascarilla correctamente utilizada para determinar el riesgo real
de infección", aprecia la presidenta de la SEE.
A juicio de la doctora Elena Vanessa Martínez es importante
mantener el seguimiento de cerca de la evolución de la enfermedad para reaccionar
"lo más rápido posible", y eso pasa por apostar por unos sistemas de
alerta y de vigilancia en Salud Pública "robustos", tanto a nivel
central como autonómico, coordinados y con capacidad humana y tecnológica
suficiente.
"Debemos intentar estar lo mejor preparados para
reaccionar lo mejor posible ante cualquier crisis sanitaria, no solo
infecciosa", sentencia la presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología.